Establecer una mesa de rol

Hoy vamos a hablar de cómo crear una buena mesa de rol, esto es, un grupo de gente adecuado para jugar. Supongo que alguno de vosotros que estéis luchando por encontrar aficionados al rol en kilómetros a la redonda os estéis acordando de todos mis ancestros ahora mismo, pero bueno, supongamos que tenéis capacidad de elegir, al menos en cierta medida.

No penséis que se puede jugar al rol con cualquiera, crear un grupo estable es, como lamentablemente algunos sabréis, una tarea complicada. Hay varios factores que pueden hacer que alguien no sea idóneo para jugar al rol con nosotros. Los más comunes son:

Falta de compromiso:
Da igual que Juan sea amigo tuyo desde hace quince años, si la campaña de Fading Suns que tenéis entre manos y en la que él interpreta a personaje de la casa Decados crucial para las relaciones diplomáticas tiene que esperar a que él quede una vez al mes, no es una buena inclusión para vuestro grupo. Grandes crónicas con mucho futuro se han ido al traste porque los jugadores no se lo han tomado en serio.

Falta de tiempo:
Viene a ser lo mismo que el caso anterior, con la salvedad de que la persona por lo general  no es cupable de su ausencia. Hay gente con una vida social muy apretada o trabajos con malos horarios, que aunque tiene verdadero interés por el rol no tiene tiempo para quedar una vez por semana o una cada dos, o cuando sea que corresponda.

Relaciones previas:
Si has tenido una relación con Marta y no habéis acabado bien no hace falta que venga yo a decirte que no es buena idea tenerla en tu grupo. Si habéis acabado bien puedes intentarlo, pero personalmente no garantizo el éxito. La interpretación de ciertas escenas puede ser... "complicada" para gente que ha compartido algo más que un par de paseos por el parque.

Incompatibilidades personales:
Una vez, hace años, me reí de un tipo de mi grupo de juego (gilipollas que era yo) y me ofreció bajar a la calle a solucionarlo. Evidentemente no bajé, porque algo me daba que él lo iba a solucionar todo antes que yo. Hoy en día es uno de mis mejores amigos, y seguimos jugando al rol todos los sábados; pero no es lo habitual. Cuando surge un conflicto serio entre algunos de los integrantes del grupo, es importante solucionarlo cuanto antes. Si no es posible y este problema afecta al grupo, mi recomendación es que alguno de los dos lo abandone voluntariamente, para no influír al correcto funcionamiento de las partidas.

Por lo general uno de los afectados tiene la verguenza suficiente como para que surja de él marcharse del grupo, pero si esto no ocurre, será el director de juego el que tenga que pasar el mal trago de "Chicos, le estáis cortando el rollo a todo el mundo, uno de los dos tiene que largarse".

El que no coje el rollo:
Si vuestro estilo de juego es narrativo (Dios, cómo odio esa palabra) puramente interpretativo, el jugador saja-pincha del grupo se va a aburrir. O al revés. Y entonces pueden ocurrir dos cosas: O bien el jugador se limita a ver cómo los demás se divierten (no mola) o hace lo posible por divertirse a su manera, buscando conflictos en la taberna, en la discoteca o dondequiera que estén (tampoco mola). Generalmente es el propio jugador el que se da cuenta y deja de quedar, pero mientras no moleste no es necesario actuar.

El resto es cuestión de ir probando. Mi recomendación es que empecéis por la gente con la que tenéis más confianza, con vuestros mejores amigos. Si la cosa cuaja, genial. Si no, me temoq ue tendréis que ir abriendo el círculo.

1 comentario:

  1. He de decir que en el apartado de relaciones previas también se puede añadir el "relaciones en curso".
    Parece mentira, pero también hay escenas muy difíciles de abordar y situaciones que pueden llegar a ser complicadas.

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