Hoy, que muchos estamos aún desempaquetando nuestros regalos de reyes, es un día perfecto para una aventura como ésta. Un trabajo sencillo para los personajes, divertido incluso, y que puede acabar tan bien (o mal) como tú querido director quieras. Hazles un grato regalo de reyes o véngate de ellos creando una noche alocada y llena de sangre confeti.
La aventura puede tener lugar en casi cualquier ambientación, aunque es más fácil de encajar en un mundo no excesivamente oscuro o desolado. Transcurre en una noche similar a la de reyes donde los propios magos de oriente, el gordo bonachón o incluso el armadillo de hanuka reparten regalos entre los niños buenos (lo que viene a traducirse a "reparten a todo el mundo si somos laxos").
Los personajes formarán un grupo de "asalto", con la sana intención de sorprender al hijo de su jefe, a un amigo de la resistencia rebelde o quedar genial delante del pequeño príncipe. Así que con tal motivo, habrán de montar una expedición nocturna pertrechados tan ridículamente como quieras. Aprovecha, ríete un poco de ellos. Inventa tu propia tradición para tu partida y haz que tus jugadores busquen aliviar un poco el ambiente de la partida disfrazados de salmones astronautas o de ancianas trapecistas.
Puedes hacer que el "asalto benefactor" se desarrolle tanto como quieras. Puedes hacer incluso que llegen a completarlo, o cortarlo cuando apenas han salido de su base, pero en algún punto de la aventura, un mensaje (holomensaje, paloma mensajera, mensaje telepático, paloma telepática o lo que sea) les alertará de que, disfrazados de la misma guisa que ellos (y que el 90% de la población que ha salido esa misma noche), un grupo de la facción enemiga ha aprovechado para salir a cumplir una misión desastrosa para los intereses de los jugadores. Quieren asesinar al presidente, echar a perder las cosechas o poner a Enrique Iglesias en la megafonía de la estrella de la muerte, lo que sea, pero algo mu gordo.
A partir de aquí la aventura ya es cosa vuestra: Tenéis a los jugadores disfrazados de mamarrachos, desarmados y en medio de la ciudad, buscando a otros tipos disfrazados igualmente de mamarrachos, pero armados hasta las cejas y con muy malas intenciones.
Rodéalo todo de espíritu navideño, nieve, niños cantando por las casas y zombies (¿he dicho zombies?) ¡y celebra el fin de las fiestas navideñas al más puro estilo rolero!
Yo de aventura navideña me gusta mucho más el estilo de Futurama, Papá Noel, el robot tiene un fallo en la configuración y considera a todos como niños malos así que se dedica a matar a todo bicho viviente a menos que estén escondidos... excepto Zoiber...
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