Una terapia requetepeligrosa

Hoy os traemos una aventura contemporánea o casi contemporánea. Al menos del siglo XVIII para delante. Necesitamos una ambientación en la que la psicoterapia (o alguna de sus primas hermanas) esté disponible. Si no hay psicoterapia, algún parecido social, como un grupo de reunión alrededor de un café en la época victoriana nos valdrá.

El grupo tendrá un líder, un hombre carismático (en mi aventura tenía la apariencia de Roy Scheider), un psicoterapeuta con aspecto respetable que lleva un grupo formado por la gente más variopinta. En el grupo habrá varios personajes, con  gran peso en la aventura, como si de una obra coral se tratase. Tómate tu tiempo para crear los personajes, crea perfiles compulsivos, propios de una terapia (yo tenía una ninfómana, un alcohólico, alguien con problemas de contención de ira, una anoréxica y no recuerdo qué más).

Los personajes tendrán que tener alguna razón para ir a la terapia. Aquí puedes utilizar los problemas que hayan desarrollado durante sus aventuras (utilizando esta partida como una terapia de las muchas a las que acuden los personajes de una partida de Cthulhu, que nunca se interpretan), o bien hacer que entren en el grupo para investigar algo o a alguien (lo típico de "sospechamos que se está cociendo algo en ese grupo de terapia", y hala, ahí que les mandas).

El caso es que durante las sesiones (o reuniones de cafeteros, o lo que sea), el líder preparará varios eventos en los que se pondrá a prueban los diferentes miedos, manías y compulsiones. Aprovecha para crear situaciones surrealistas o excesivas, ya que todo esto tiene un sentido. Procura llevarlo bien, porque yo cometí un error garrafal durante el transcurso de esta partida, y los personajes quedaron reducidos a espectadores mientras iba exponiendo las sesiones (para desastre general).

Las situaciones siempre acabarán mal: Una sesión de boxeo, una visita a una barra americana o cualquier otra cosa generarán pesadillas en los personajes, y afectarán a su mente como en La naranja mecánica. La otra opción es que acaben mal en el sentido "real" de la expresión, con una pelea fuera del ring o una mujer (o un hombre) no esperada en en la cama de los personajes.

Finalmente, y después de que les des a tus jugadores cuantas vueltas quieras, hazles descubrir lo que realmente quiere amigo Scheider: tiene interés en una de sus pacientes (en mi caso en la anoréxica), pero tiene interés precisamente por su enfermedad y porque él mismo tiene cierto problemilla de percepción de la belleza. Después de haber estudiado su historial, ha montado todo este lío para hacer que ceda su voluntad y que sucumba del todo a su enfermedad (y de paso ligársela, con el típico truco del "hombro en el que llorar"). Así de simple, todo por una chica. Si los personajes fueron a la terapia de parte de la policía, investigación criminal o algo similar, descubrirán que aquellas pistas que les llevaron allí eran erróneas y todo era, efectivamente, por una tía. Ojo, esto no quiere decir que el doctor no merezca la cárcel, pero no es lo que se pensaban.

Yo tomé este escenario como preludio a una partida de Vampiro, en la que el terapeuta en cuestión era un vampiro anciano que posteriormente les abrazaría (justo antes de que los jugadores me mandaran al carajo (con razón)), y puede que como partida suelta se quede un poco pelada, pero incluido en alguna otra historia (como lo propuesto de Cthulhu) puede quedar simpático.

7 comentarios:

  1. En una partida de superhéroes las situaciones podrían incluso ser más extremas (y el psiquiatra podría querer algo más que ligarse a alguien, como ya ocurrió con el doctor Leonar Samson en Marvel [ http://es.wikipedia.org/wiki/Doctor_Samson ].

    En partidas de tipo medieval, podría ser una congregación religiosa muy rígida (podría requerir pasar por las "sesiones" para ingresar o cada cierto tiempo)

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  2. Pueeeeeeeeees, la idea inicial me gusta XD. Cómo no iba a gustarme jajaja. Es que ya no sé si te dije como empezaba lo que tú ya sabes... Esto cada vez va a ser menos original. ¡Se nos echa el tiempo encima Clavo, nos van a pisar hasta el escroto!

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  3. Masacre tuvo una vez un psicoterapeuta, el Doctor Campana o algo así... creo que con el nombre lo dije todo, ¿no?

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  4. Genial como siempre, Scribble. En parte me recuerda, hasta cierto punto y dejando de lado las diferencias, a la infiltración en "La Orden del Crepúsculo de Plata". Sin embargo planteado como grupo de terapia puede volverse mucho más inmersiva, sobre todo si articulas mecánicamente la influencia de las manías a través de Aspectos/Rasgos o mediante las Motivaciones/Pilares de Cordura/Fuentes de Estabilidad de El Rastro de Cthulhu.

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  5. Pue sí, Bulldozzer...tiempo..

    Tiempo...me siento como Roy echando a volar palomas a cascoporro por las azoteas...

    La idea me gusta Scribble, me parece una escena inicial propicia para que se desmadre todo y puedan pasar muchas cosas interesantes.

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  6. Para mi el juego ideal en estas partidas es Kult. Las pesadillas de los Pjs podrian no ser solo "simples sueños" ( incluso se les podria dar un enfoque a lo pesadilla en Hell Street) y el psiquiatra podria ser en realidad un arconte o algun otro ser de mas alla de la ilusion.

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  7. Yo me imagino esta escena con lobezno, bruce banner, masacre, venom y alguno mas seria interesante ver cuanto tardan en destrozar la ciudad. El doctor tendría que ser muerte jaja.

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